Un Valencia sin Villa

Pocas veces la venta de un jugador ha dado tanto que hablar en Valencia. Tras Mijatovic, Mendieta y Piojo, la de Villa es la venta más importante de la historia valencianista. La venta dicta que es la hora de que haya jugadores que den la cara.

Este verano el Valencia se quedará sin uno de los ataques más mortíferos que ha tenido el club en muchos años. El cuarteto Villa-Silva-Mata-Pablo va a desmoronarse y el equipo ché, tendrá que reinventarse.

Villa ha dado cosas buenas al Valencia, los goles que ha metido, los partidos y los puntos que ha ganado él solito, pero también ha conllevado algo malo a sus compañeros: les ha impedido crecer. Villa era el salvador del equipo, cuando había problemas, balones a Villa y que se apañe, pero el porcentaje de “borrado” de sus compañeros ha sido muy alto. Por eso mismo, hay jugadores de esta plantilla a los que les toca dar un paso adelante. Mata, Pablo, Joaquín van a dejar de estar a la sombra de Villa y deben convertirse en líderes de un equipo.

¿Dónde está el proyecto?
El Valencia busca jugadores de perfil bajo, no tiene dinero para estrellas y está buscando jóvenes con hambre y veteranos baratos. Poco a poco, la afición y el club debe perder el miedo a ser un club vendedor, en primer lugar porque decir que un club es vendedor no es peyorativo. De hecho, ser un club vendedor significa que el trabajo que estás haciendo es bueno. Que fichas barato, formas jugadores y eres capaz de venderlos caros. A este modelo sólo le faltan dos patas, un entrenador capaz de sacar petróleo de un jugador joven y capacidad de fichar en mercados extraños.

El Valencia debe aspirar al modelo Arsenal. No porque sea el modelo de club que busca, sino porque es el que su capacidad adquisitiva le permite. El Arsenal ha logrado vender por millonadas a jugadores que nunca más triunfarían y si nos damos cuenta, el mejor Valencia salió de ese modelo, de conseguir vender a Farinós, Mendieta, Gerard, Piojo por millonadas cuando llegaba el momento adecuado. Este era el momento de Villa, este es el momento de Silva. Hay que crear un modelo y seguirlo, pero la paciencia no es una característica del valenciano. Veremos cuánto dura Emery la próxima campaña y si Pellegrini (que tengo la sensación de que será la apuesta valencianista después) logra encauzar ese modelo.