Especial Libertadores: La Crónica

La noche se presentaba larga. La final comenzaba a las 3 de la madrugada y hace falta tener ganas para aguantar hasta esa hora. Pero la ocasión lo merecía. El partido de ida había sido interesante a pesar del 0-0 del marcador, pero Estudiantes llegó mucho a puerta y Cruzeiro dominó por completo el tempo. Pero la vuelta era en Brasil y Estudiantes tenía las de perder. Menos mal que no aposté mi dinero.

Cruzeiro no cambió en nada su planteamiento y ese fue para mi su error. Le funcionó muy bien en La Plata su planteamiento de contraataque, pero en casa debía hacer algo más para ganar. Las defensas se empleaban con dureza: ni Schiavi ni Desábato son santos y el centro del campo de Cruzeiro no dejaba llegar a los tres cuartos de su campo a Estudiantes.

La primera parte moría sin prácticamente ocasiones, pero se mostraba que el partido no era como se había previsto. Cruzeiro no dominaba como debía y Estudiantes tenía demasiada libertad en el centro del campo Ni Kleber, ni Wagner aparecían y Ramires estaba metido en otras guerras ajenas. Sin embargo para mi sorpresa el que marcaba era Cruzeiro. Con un tiro lejano se ponía por delante en el marcador.

Quizá esto fue lo peor que le podía pasar al equipo brasileño. estudiantes se veía con la urgencia de marcar y Cruzeiro se echó atrás. Verón empezó a jugar con el balón y las bandas funcionaban. En ese panorama sólo podía pasar una cosa: la Gata Fernández y Boselli dieron la vuelta al marcador y estudiantes se llevó la Copa para Argentina.