lunes, febrero 02, 2009

Sin Protección

"Los arbitros deberían proteger a las estrellas"; Es una de las frases que más rabia me da en el mundo del fútbol. He oído muchas veces asociado a Messi y últimamente a Diego Capel, pero ¿quién nos protege de las estrellas?


Centrémonos en el sevillista. Es un jugador desequilibrante, con el eje de gravedad muy bajo y con un tipo de regate que provoca muchas faltas en sus defensores. Estoy de acuerdo con que a Capel, como a Messi, Silva, Navas o Robben se le pega mucho.

Una vez expuesto lo obvio pasemos a mi reflexión. Estos jugadores que tantas patadas reciben, son los que deberían ser más sensibles con el maravilloso mundo de las artes escénicas. Es exagerada la propensión de Capel a los saltos espectaculares y a las triples volteretas en el aire para caer luego aparatosamente al suelo. Ayer Canella hizo una entrada dura, no sé si merecedora de la cartulina roja, pero en estas ocasiones yo siempre me pregunto: si la falta la hubiese hecho Capel, ¿le hubiesen expulsado?

Está claro que la misión de un jugador es que su equipo gane el partido pero, ¿a cualquier precio? Sigo siendo un romántico, uno de esos que se acuerda de que a Capel le admiran miles de niños que lo ven como un ejemplo a seguir, que quieren regatear como Diego y hacer esas estupendas internadas por banda. Lo que tiene que preguntarse Diego es si también quiere ser un mal ejemplo. Desde luego, no está acertando.

Cuando no es sólo un campo donde es silbado, cuando no es sólo un entrenador rival el que critica con dureza sus actuaciones y cuando su forma de jugar le ha hecho no ser indiscutible ni en su club ni en la Selección, es cuando se tiene que plantear si quiere quedarse como un jugador del montón o dar el salto a ser una super estrella.

Da el paso Diego.

2 comentarios:

Miquel dijo...

Totalmente de acuerdo con la reflexión. Ayer por ejemplo, en el penalty que le hizo Márquez a Pereira, el racinguista hizo por seguir la jugada, gesto que se le debería agradecer.

También me dar algo de rabia lo de que sólo se pida protección para los habilidosos. ¿Qué pasa con los centrocampistas que no son rápidos o regateadores? Creo que son los que más faltas reciben a lo largo del año, según leí no hace mucho.

Basta de patadas, sí, pero para todos.



Saludos

Marco dijo...

De acuerdo. Ni muy muy ni tan tan.
Ocurre que conseguir el equilibrio es poco menos que un arte.

Felicitaciones por el blog!

Saludos de Buenos Aires.