El Getafe subió a Primera División de la mano de Josu Uribe. Uno de esos técnicos que valen para la Segunda, pero que la Primera quizá se le quede grande. El entonces nada mediático Ángel Torres fichó para el banquillo azulón a Quique Sánchez Flores, que tenía una experiencia de un año como entrenador en el juvenil del Real Madrid. El siguiente año fichó a Bernd Schuster, que había pasado por Xerez (al que no consiguió ascender), Levante (al que logró descender) y Shaktar Donetsk al que fue a ganar dinero. Tras la experiencia con dos ex-jugadores y jóvenes entrenadores apostó por Michael Laudrup cuya experiencia era entrenar al Brondby de su país.
En cuanto a jugadores, el Getafe se basó en una columna vertebral veterana y cesiones de los grandes equipos. Intentando siempre pescar en jugadores jóvenes con hambre de Primera y juventud apabullante.
Dos finales de la Copa del Rey, la simpatía generalizada de un país tras la eliminación ante el Bayern y una digna posición liguera avalan este sistema de club y esta forma de hacer las cosas.
Este año todo ha cambiado. Ángel Torres se ha cansado y ha fichado un director deportivo, Toni Muñoz. Ha fichado un entrenador con mucha experiencia: Víctor Muñoz y no parece muy interesado en pedir cesiones a ninguno de los grandes.
Creo que Ángel Torres quiere dar un salto cualitativo y que confía en que cambiando el rumbo va a ganarse un respeto y un puesto entre los aspirantes a todo. Ángel Torres mira al Villarreal y quiere imitar su gestión, pero me da a mi que no tiene el dinero de los castellonenses ni el ojo de Llaneza por lo que tenga ciudado y no le cueste muy caro esas ansias de grandeza.
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