El fútbol argentino es una liga extraña. Es una de las canteras que más jugadores crean y exportan al fútbol mundial, por lo que año tras año, semestre a semestre han de dar la alternativa a juveniles cada vez más jóvenes.
Si miramos las plantillas de los mejores equipos del mundo, encontraremos más de un argentino. Pero si acudimos a ligas tan extrañas como la letona, la china o la hondureña también encontraremos algún jugador proveniente de la liga más prolífica del mundo.
Además del tema de la exportación de jugadores, la liga argentina exporta hasta nuestras fronteras muchas de las expresiones que oímos hoy en día en nuestros medios de comunicación. Hace cinco años, había un derbi, ahora hay un clásico. El regate se ha convertido en gambeteo y así con unas cuantas expresiones más que convierten el léxico futbolístico en más rico de lo que los jugadores se empeñan en demostrarnos con sus declaraciones.
Muchos achacan a la liga argentina, de lenta y de poco carácter físico, pero esto más que algo malo me parece un perfecto sistema para que el fúbol siga siendo fútbol.
Un partido argentino nunca se sabe si va a acabar con un 0-0 o si en diez minutos se van a marcar 5 goles.
En el resto de ligas más modernas y físicas, ningún partido se vuelve loco y es raro que a los buenos equipos se les escape un 1-0. Argentina es different y merece la admiración de unos aficionados acostumbrados a la poca pasión que se vive en España en los campos de fútbol, más preocupados por insultar al colegiado que por animar a sus jugadores.
Si miramos las plantillas de los mejores equipos del mundo, encontraremos más de un argentino. Pero si acudimos a ligas tan extrañas como la letona, la china o la hondureña también encontraremos algún jugador proveniente de la liga más prolífica del mundo.
Además del tema de la exportación de jugadores, la liga argentina exporta hasta nuestras fronteras muchas de las expresiones que oímos hoy en día en nuestros medios de comunicación. Hace cinco años, había un derbi, ahora hay un clásico. El regate se ha convertido en gambeteo y así con unas cuantas expresiones más que convierten el léxico futbolístico en más rico de lo que los jugadores se empeñan en demostrarnos con sus declaraciones.
Muchos achacan a la liga argentina, de lenta y de poco carácter físico, pero esto más que algo malo me parece un perfecto sistema para que el fúbol siga siendo fútbol.
Un partido argentino nunca se sabe si va a acabar con un 0-0 o si en diez minutos se van a marcar 5 goles.
En el resto de ligas más modernas y físicas, ningún partido se vuelve loco y es raro que a los buenos equipos se les escape un 1-0. Argentina es different y merece la admiración de unos aficionados acostumbrados a la poca pasión que se vive en España en los campos de fútbol, más preocupados por insultar al colegiado que por animar a sus jugadores.
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