Los clubes de fútbol se vanaglorian de ser més que un club o una especie de doctrina que la población ha de seguir.En cierta manera, es cierto.
No exageremos, no es una religión. Pero los clubes de fútbol tienen muchos seguidores, simpatizantes y les deben una labor social diferente a la que ofrecen.
Barcelona y Madrid son claros ejemplos de lo que quiero hablar.
Equipos de baloncesto, hockey patines, y ahora el Madrid ha anunciado una nueva sección de rugby.
Sin embargo, el polo opuesto es por ejemplo el Valencia CF, que hace todo lo contrario. Hace pocos días, el Armiñana Valencia anunciaba que no tenía financiación para seguir en División de Honor de fútbol sala e incluso se reunían con algún representante del Valencia CF para sondear las oportunidades de que el club de Mestalla entrase en el fútbol sala. Pero no. Se negaron.
Paco Roig decía que el Valencia CF era un club de fútbol y que las secciones de otros deportes no eran interesantes. Por eso Paco Roig hizo del Valencia un club de fútbol y el Madrid y el Barcelona son instituciones.
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